Inmunes al cáncer: el blog del CRI

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Diane Altenburg’s Immunotherapy Story

Cáncer de mama

Pensé: «¿Qué más puedo hacer para ayudar a mis hijas y mis sobrinas?»

La historia de Diane

Como esposa de un militar, Diane Altenburg, de 67 años, está acostumbrada a servir a los demás. Integra la directiva de la National Military Family Association (Asociación Nacional de Familias Militares), fue voluntaria de la Cruz Roja y en la campaña Well-Baby, y aún así se hace tiempo para visitar a sus cinco hijos y diez nietos. Por eso, cuando ella se enfermó no fue extraño que defendiera la causa del cáncer de mama.

El servicio de Diane a la comunidad del cáncer de mama comenzó con su consulta sobre la creación de un nuevo centro del cáncer de mama de última generación en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed ubicado en Bethesda, Maryland. «Integré comités, hablé con otros pacientes, fui una especie de defensora de pacientes del centro de cáncer de mama», cuenta.

Más adelante, cuando apareció un segundo cáncer de mama, participó en un estudio clínico de una nueva vacuna contra este cáncer cuyo objetivo era prevenir su reaparición. La vacuna NeuVax™ (nelipepimut-S, fabricada por Galena Biopharma), consiste en un fragmento de la proteína HER2 administrada junto con una molécula adyuvante denominada GM-CSF. HER2 es una proteína que se encuentra en aproximadamente el 85 % de las células del cáncer de mama. Se ha demostrado que dirigirse a esta proteína, por ejemplo, con el fármaco Herceptin (trastuzumab), es una forma eficaz de tratar al 20 % de las mujeres con cáncer de mama HER2 positivo (3+). Por desgracia, el 65 % de las mujeres con menores grados de positividad de HER2 (2+) o (1+) no reúnen los requisitos para recibir Herceptin, por lo que hay una gran necesidad de métodos para prevenir la recidiva en estas pacientes.

La vacuna NeuVax estimula al sistema inmunitario para que ataque las células cancerosas que no pudieron ser destruidas por los métodos convencionales. Las células del sistema inmunitario llamadas «células presentadoras de antígenos» detectan el antígeno NeuVax y luego lo presentan a los linfocitos T, que a su vez son estimulados para perseguir a las células cancerosas que llevan este marcador.

Diane fue una de las 200 mujeres que participaron en 2005 en un ensayo de fase 2 de NeuVax. Ese ensayo, que determinó que NeuVax era bien tolerado y demostró una eficacia preliminar para prevenir las recidivas, finalizó en 2012. Ahora el tratamiento se está probando en un gran estudio de fase 3 que incluirá a unos 700 pacientes.

Preguntas y respuestas

¿Cómo y cuándo descubrió que tenía cáncer?

En ambas ocasiones fue una mamografía de rutina. No había sentido absolutamente nada. Tuve dos tumores, uno de cada lado y con unos cuatro años de diferencia. Me hicieron radioterapia la primera vez, y quimioterapia y radioterapia la segunda vez. Tuve dos mastectomías, una en cada lado. El segundo tumor había penetrado un poco en los ganglios linfáticos, y me hicieron una biopsia de ganglio centinela. Me extrajeron cinco o seis ganglios linfáticos. 

¿Cómo supo de la inmunoterapia y por qué decidió probarla?

Acababa de terminar la quimio y la radioterapia y quería hacer algo más. Pensé: «¿Qué más puedo hacer para ayudar a que mis hijas y mis sobrinas no tengan que pasar por esto?» Por eso participé en la investigación clínica. Supongo que podría decirse que fue mi forma de aportar a la divulgación.
 
Seré franca, no voy a las caminatas, no me pongo las camisetas rosadas ni acompaño todo ese bullicio. Procuro no sobresalir. Puedo hablar con quien sea, pero no salgo a desfilar. Simplemente no es mi personalidad. Pero mi oncólogo me dijo: «Usted es una muy buena candidata para participar en este ensayo de la vacuna». Y así lo hice.

¿Cómo fue el tratamiento? ¿Tuvo efectos secundarios?

En primer lugar, hay que estar sin cáncer lo máximo posible, por lo que tiene que ser aproximadamente un mes o seis semanas después del último tratamiento de radioterapia. Hacen un análisis de sangre inicial para establecer valores de referencia. Luego administran la vacuna por vía subcutánea en el muslo, y hay que regresar dos o tres días después.
 
Esta vacuna provoca una erupción, una roncha en el muslo, y eso muestra que el cuerpo está reaccionando. Pasé por eso todos los meses durante seis meses, y luego refuerzos cada seis meses. Siempre digo que la parte más difícil era conducir hasta Walter Reed debido al tráfico.

¿Qué le gustaría contarle a otros pacientes acerca de la inmunoterapia o de la participación en ensayos clínicos?

Les diría lo fácil que fue. En los ensayos clínicos la gente se molesta mucho porque es una incógnita, no saben cuáles serán las consecuencias o las secuelas. Trato de asegurarles que no los va a dejar tumbados. Les diría lo sencillo que es y el regalo que será para sus familiares en el futuro. 

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