Donald (Dee) Rowe’s Immunotherapy Story

Fue hace unos 10 años, a finales del otoño, cuando empecé con un terrible dolor de estómago. Me fui a casa y salí a caminar, pero volví porque el dolor empeoró y estaba sudando. Mi esposa llamó al 911 y enviaron una ambulancia y dos auxiliares de enfermería. Me llevaron de urgencia al hospital y me hicieron todo tipo de estudios y pruebas. Aproximadamente a las 6:00 de la mañana llegó un médico y me dijo que tenía cáncer. Determinaron que se trataba de un tumor en el hígado. Enseguida mi esposa llamó al Dr. Peter Deckers, un reconocido cirujano y oncólogo, que vino de mi ciudad natal, Worcester. Era el Decano del Centro de Salud de la Universidad de Connecticut. 

Lo interesante de esto es que un médico de la Universidad de Connecticut, Pramod Srivastava, desarrolló lo que ellos llaman una vacuna de proteínas de choque térmico y, en lugar de recibir radioterapia o quimioterapia, recibí quizás 20 de estas vacunas. Es una vacuna hecha a partir de mi tumor.
 
Desde ese momento me dieron dosis de esta vacuna de proteínas de choque térmico y me recuperé. Fueron varios meses, pero me recuperé lo suficientemente bien como para poder ir a algunos partidos. Podía volar e ir a los partidos al final de la temporada. Me sentí millonario.

Me practicaron cuatro cirugías por el cáncer. La peor fue cuando me quitaron 45 cm del intestino delgado. La última fue hace cinco o seis años, y la anterior fue unos ocho años antes. Me extirparon un tumor del hígado del tamaño de una pelota de béisbol, y luego me sacaron el bazo, la vesícula biliar y la glándula suprarrenal. Pensaron que no iba a poder superarlo, pero por fortuna lo logré.

Pero sin quimio y sin radioterapia.

Me gusta decirle a la gente que el cáncer no es el fin del mundo. Lamentablemente puede serlo para algunos, pero hay mucha gente que trabaja a diario en la investigación para lograr una cura. Eso es lo más importante que quiero transmitir a las personas, para darles ánimo de que pueden superarlo. No todo el mundo sale adelante, pero esa es la razón por la que la gente necesita colaborar con dinero para ayudar a quienes realizan investigaciones para salvar vidas. Así se logrará un cambio. Siempre digo que el verdadero valor de la vida de una persona es poder lograr un cambio. Es algo muy especial.