Inmunes al cáncer: el blog del CRI

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Henrik Vad Madsen’s Immunotherapy Story

Melanoma | 2003

Mi estrategia fue decir: tengo cáncer, pero quiero tener una buena vida.

La historia de Henrik Vad

Henrik Madsen es un exitoso ingeniero de 63 años que construye fábricas multimillonarias en todo el mundo. En los últimos 10 años, su trabajo lo ha llevado de Dinamarca a China y a Chile, y en la dirección opuesta. Durante gran parte de este tiempo estuvo en tratamiento por melanoma metastásico, habiendo recibido su primer diagnóstico en 2003. 

Finalmente llegó a Los Ángeles donde el Dr. Antoni Ribas, Ph. D., del Jonsson Comprehensive Cancer Center de UCLA, estaba llevando a cabo un ensayo clínico de un nuevo fármaco de inmunoterapia denominado pembrolizumab (Keytruda), fabricado por Merck. El fármaco es un inhibidor de puntos de control que actúa uniéndose a una molécula inmunosupresora de los linfocitos T y bloqueándola. Al «quitarles el freno» a los linfocitos T, el fármaco ayuda a estimular la respuesta inmunitaria contra el cáncer.

Mientras recibía tratamiento con inmunoterapia, Henrik pudo seguir trabajando y haciendo lo que le gusta: viajar y ver el mundo. TheAnswertoCancer (TheA2C) habló con Henrik sobre su lucha constante contra el cáncer y cómo ha logrado mantener su optimismo y vitalidad ante un diagnóstico devastador.

Preguntas y respuestas

¿Cómo y cuándo descubrió que tenía cáncer?

Fui a un especialista en un hospital de Copenhague. Dijo que la única forma en que podían curar el melanoma maligno era mediante una cirugía. «Mientras podamos usar el bisturí, puedes sobrevivir», dijo.Así que me extirparon la zona alrededor del melanoma maligno y también varios ganglios de la axila y la ingle. Estuve hospitalizado durante casi un mes.

De 2007 a 2009, pasé por cuatro cirugías para que me extirparan los ganglios cancerosos de los pulmones. En 2010 me dijeron que había un mayor avance de la enfermedad, y me ofrecieron un tratamiento con interferón e interleucina-2. El tratamiento con interferón/interleucina-2 implica que te ponen en un estado de gripe artificial durante una semana con fiebre alta. Luego, hay dos semanas de descanso antes de repetirlo. Con ese tratamiento el cáncer se redujo, pero aún quedaban rastros de cáncer.

¿Cómo supo de la inmunoterapia y por qué decidió probarla?

En la primavera de 2012, poco después de mi último tratamiento en Dinamarca, viajé a Chile. Allí era jefe de proyecto de construcción de una planta de producción de un valor aproximado de 200 millones de dólares. Estaba buscando alternativas de tratamiento y terminé poniéndome en contacto con el Dr. Antoni Ribas de la UCLA, California. Yo vivía cerca de Santiago, Chile, así que me subí a un avión y fui a Los Ángeles. Fue un vuelo de entre 14 y 15 horas.

El Dr. Ribas me dijo que acababa de abrirse un nuevo ensayo clínico del medicamento MK-3475 [pembrolizumab] y me preguntó si estaba dispuesto a participar. Le dije que sí. Me uní al protocolo MK-3475 en octubre de 2012.

¿Cómo fue el tratamiento? ¿Tuvo efectos secundarios?

El principal efecto secundario fue que acumulé más de 5 litros de líquido al lado de los pulmones. Como te imaginas, eso le generó a mi cuerpo mucho estrés y tensión, y fue doloroso, por lo que tuvieron que internarme durante un par de días, pero aun así pude ir a Los Ángeles para recibir el tratamiento.

¿Hay algo que le haya sorprendido de su experiencia con el cáncer?

Sigan trabajando. Sean abiertos y francos con sus colegas y cuéntenles lo que están enfrentando. Si hablan con franqueza, recibirán apoyo. Eso es lo que aprendí. Conozco a muchas personas que no hablan del cáncer, en particular en el contexto laboral. Pero pienso que, dado que un tercio de todos los que vivimos en este planeta se verá afectado por el cáncer, deberíamos tener una postura abierta y sincera.

¿Qué le gustaría contarle a otros pacientes acerca de la inmunoterapia o de la participación en ensayos clínicos?

En comparación con los otros tratamientos por los que he pasado (y esta es mi octava aparición de cáncer desde 2007), recomendaría este tratamiento porque no requiere hospitalización y los efectos secundarios son mucho menos severos. Además, los tumores se reducen significativamente, mucho más que en los otros tratamientos.

Quiero agregar algo más y es que se puede elegir. ¿Usted controla el cáncer o el cáncer lo controla a usted? En realidad esto un poco cruel, y es diferente en cada persona. Mi estrategia fue decir: tengo cáncer, pero quiero tener una buena vida. Quiero hacer lo que quiero hacer. Y después, si el cáncer vuelve a aparecer, ahí intentaré hacer todo lo posible para sobrevivir. El cáncer es una enfermedad terrible no solo física, sino también mentalmente.

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