Jesse C’s Immunotherapy Story marzo 15, 2017octubre 13, 2022 CRI Staff Cáncer de páncreas | 2008 Sacan una célula cancerosa del páncreas, la inactivan, la conectan a otros factores y luego te la inyectan como si fuera cualquier otra vacuna. La historia de Jesse As a retired pharmacist, Jesse Cugini, 65, knew that science advances through research. When he was diagnosed with pancreatic cancer in 2008, he was receptive to the iComo farmacéutico jubilado, Jesse Cugini, de 65 años, sabía que la ciencia avanza con la investigación. Cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas en 2008 estuvo abierto a la idea de contribuir con esa investigación a través de un ensayo clínico. Tras someterse a una cirugía para extirpar el tumor, Jesse se inscribió en un ensayo clínico de una vacuna contra el cáncer promovida por una científica del Cancer Research Institute, la Dra. Elizabeth Jaffee, de Johns Hopkins University de Baltimore, Maryland. La vacuna contra el cáncer, llamada GVAX, se compone de células tumorales pancreáticas modificadas genéticamente para producir una molécula denominada GM-CSF que se sabe que estimula el sistema inmunitario. Estas células primero se irradian para debilitarlas y luego se inyectan por vía subcutánea. La idea es que la GM-CSF estimulará las células inmunitarias llamadas células dendríticas para que recojan antígenos tumorales, los presenten a los linfocitos T y desencadenen una respuesta inmunitaria. Jesse ha estado recibiendo la vacuna durante 5 años. Una exploración por TAC en febrero de 2014 mostró que seguía sin la enfermedad. TheAnswertoCancer (TheA2C) habló con él mientras estaba de vacaciones en la soleada California con su esposa, Flavia. Preguntas y respuestas ¿Cómo y cuándo descubrió que tenía cáncer? En agosto de 2008 tuve una picazón sin sarpullido en todo el cuerpo. Fui a mi médico de cabecera, decidió hacerme análisis de sangre y volvió diciendo que tenía niveles elevados de enzimas hepáticas. Me derivó a un gastroenterólogo, quien me hizo una ecografía que mostró que tenía un tumor en el páncreas. A partir de allí empecé a investigar lugares donde tratarme. Analicé un par de centros diferentes y decidí ir al Johns Hopkins. ¿Cómo supo de la inmunoterapia y por qué decidió probarla? A mi entender, la vacuna funciona así: extraen una célula cancerosa del páncreas, la matan, la conectan a otros factores y luego te la inyectan como si fuese cualquier otra vacuna, como la de la gripe, contra el herpes zóster, la vacuna antipoliomielítica, etc. Es mucho más complicado, pero es eso, en pocas palabras. Con mi esposa decidimos ir por la vacuna por dos razones. Una razón es egoísta: los tratamientos convencionales no son muy eficaces para el cáncer de páncreas. La segunda razón es que, como soy farmacéutico jubilado, sé que alguien tiene que ser el conejillo de Indias para que el tratamiento avance. Y consideramos que si algo bueno puede salir de esta vacuna que benefice a otras personas, entonces vale la pena. ¿Hay algo que le haya sorprendido de su experiencia con el cáncer? Cuando uno está sano, escucha historias dramáticas sobre el cáncer que les cambia la vida a las personas. Bueno, en mi caso fue así. Me volví una persona más tranquila, aprendí a no preocuparme. Vivo un día a la vez, ya que la vida se convierte en un montón de momentos. Esta experiencia me ha hecho apreciar el viento y el canto de los pájaros. Esto es imposible de creer para quien no se encuentra en esta situación. ¿Qué le gustaría contarle a otros pacientes acerca de la inmunoterapia o de la participación en ensayos clínicos? Que vale la pena. Leer más: Navegación de entradas Brad Silver’s Immunotherapy Story Leer historia Joanne Taylor’s Immunotherapy Story Leer historia