Inmunes al cáncer: el blog del CRI

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Philip P’s Immunotherapy Story

Kidney Cancer | 2012

Siento que puedo ver más allá.

La historia de Philip

En 2012, Philip Prichard, quien ha vivido en Tennessee toda su vida, quedó conmocionado cuando se enteró de que tenía un tumor de 3.8 libras en el riñón derecho. Mediante un exitosa cirugía le extirparon el tumor, pero, por desgracia, el cáncer regresó varios meses después. No satisfechos con las opciones de quimioterapia que les presentaron, Philip y su esposa Susan buscaron otras alternativas. Su búsqueda los llevó al Centro Oncológico MD Anderson de Houston, Texas, y a un ensayo clínico de inmunoterapia con nivolumab (Opdivo).

Preguntas y respuestas

¿Cómo y cuándo descubrió que tenía cáncer?

Fue en la primavera de 2012 cuando me di cuenta de que no me sentía bien. Viajaba mucho por trabajo y me sentía muy cansado. En una oportunidad llegué a casa tras haber conducido 18 horas desde Charlotte y choqué. Mi esposa me despertó al día siguiente y me dijo que íbamos al médico.

Fuimos el lunes por la mañana y el médico me examinó bien. Comenzó a presionarme el abdomen alrededor de la costilla inferior derecha y dijo: «Bueno, se supone que eso no debe estar ahí». Y efectivamente había algo duro justo debajo de la costilla. Me llevaron al hospital el viernes, me abrieron y me extirparon un tumor de 1.7 kg.

El día de la cirugía también era nuestro segundo aniversario de bodas. Con Susan nos deseábamos feliz aniversario emocionados. Tras unas 40 grapas, por fin pude salir del hospital. Regresé a casa el lunes y tuve que hacer mucho reposo. No estaba trabajando. Estuve en cama durante aproximadamente un mes.

¿Cómo supo de la inmunoterapia y por qué decidió probarla?

Sabía que algo andaba mal y, efectivamente, el médico me dijo que hablaríamos luego. Dijeron que no había nada que pudieran hacer; podían darme quimioterapia. Iba a seguir el tratamiento tradicional de la quimioterapia, pero mi esposa estaba constantemente al teléfono. Desde la cama podía escucharla hablando con gente, tratando de averiguar qué hacer, adónde llevarme. Se puso en contacto con el MD Anderson en Houston y entonces fuimos allí en marzo. Yo seguía muy dolorido por la segunda cirugía y las grapas.

Nos reunimos con el cirujano y me dijo: «Sr. Prichard, no deje que nadie más lo vuelva a abrir. No hay cómo extirpar el tumor debido a su ubicación». Dijo que se había esparcido como reguero de pólvora.

No obstante, me puso en contacto con un oncólogo, el Dr. Tannir, y su equipo. El Dr. Tannir entró y dijo: «Hay esperanzas para usted; es un fármaco nuevo que no tiene nombre, es un número. Nos gustaría intentarlo, aunque las probabilidades de recibirlo son del 50 %, puede tocarle el nuevo medicamento o el tratamiento habitual». El fármaco resultó ser la inmunoterapia Opdivo.

¿Cómo fue el tratamiento? ¿Tuvo efectos secundarios?

El Dr. Tannir dijo que, básicamente, le estaba dando a mi sistema inmunitario una clave para atacar el tumor, que sería mi sistema inmunitario el que iba a combatir el cáncer. Parecía demasiado bueno para ser verdad.

Tuve la suerte de que me tocara en el grupo experimental del ensayo. Recibí el primer tratamiento en marzo y luego seguí viajando a Houston martes por medio. Para el tercer mes, el tumor se había reducido en aproximadamente un 30 por ciento. Cada exploración posterior mostraba que el cáncer se había reducido significativamente. Y cada día estaba más fuerte.

Mi médico no ha dicho que estoy sin cáncer, pero desde que terminó el ensayo en marzo ya no recibo Opdivo. Dice que lo que él cree que hay en mi hígado es tejido cicatricial. Fui todos los martes durante los últimos tres años, y dejar el medicamento es un poco inquietante y aterrador.

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